Acampadas juveniles e infantiles

Es como si ya no estuvieran de moda. Hoy en día, o naces en una familia a la que le guste el camping, glamping o el caravaning o ya puedes darte con un canto en los dientes porque son muy pocas las agencias, colegios y ayuntamientos que organizan campamentos infantiles o juveniles. En mi época, que tampoco hace tanto de eso, había miles en España, hacíamos actividades, aprendíamos sobre naturaleza y sobre cómo valernos por nosotros mismos en el campo, hacíamos senderismo, deportes y muchas cosas más, pero hoy quedan cuatro campamentos contados, ¡Qué pena!

Naturacción, que es una de esas pocas empresas que aún organiza este tipo de cosas y a la que le estamos verdaderamente agradecidos, nos ha asegurado que aún son muchos los niños que quieren vivir cosas así pero son pocos los empresarios que están dispuestos a organizarlos.

Y es que hace menos de tres o cuatro días estuve viendo con mi hija “Tu a Londres y yo a Kalifornia”, el remake del clásico romántico y juvenil “Tú a Bostón y yo a Kalofornia” en el que Lindsay Lohan aún era una adorable niña pecosa y graciosa. Quienes la hayáis visto sabréis que, en ambas versiones, las gemelas separadas al nacer se reencuentran en un campamento de verano, un campamento en el que hacen nuevas amistades, deportes como kayak y senderismo y otras divertidas actividades como pinchas a su hermana gemela todo el rato, y claro, ese trozo del film me hizo recordar mis años de acampadas, lo bien que lo pasaba, y las pocas actividades similares que hay ahora.

Pero lo más triste de todo esto, es que los beneficios de este tipo de campamentos de verano para los niños sin muchísimos y, aun así, muchos padres ni lo saben.

Los beneficios de los campamentos de verano

  • Es una manera de que los menores se lo pasen en grande realizando un sinfín de actividades lúdicas.
  • De la misma forma, hay que tener en cuenta que existen campamentos tematizados. Con esto a lo que nos referimos a que los hay de idiomas, de cocina, de danza, de deporte…Gracias a eso los niños y niñas tienen la posibilidad de divertirse al tiempo que de aprender sobre algo que les gusta.
  • Ni que decir tiene que este tipo de propuestas para la temporada estival son una estupenda alternativa a la hora de conseguir que los pequeños mejoren sus habilidades sociales. Y es que el hecho de estar con otros menores que no conocían les llevará a comunicarse con esos e incluso a forjar una amistad.
  • También se considera que es una alternativa estupenda para que tus hijos empiecen a desarrollar su independencia y su autonomía.
  • Por supuesto, otra de las ventajas de los campamentos de verano es que consiguen que aprendan valores tan importantes como el trabajo el equipo, el respeto, la tolerancia o la libertad. Y es que allí no solo van a realizar un sinfín de actividades en grupo sino que, además, serán con pequeños que no conocían y que pueden proceder de distintos lugares del mundo.
  • La autoestima es, de igual modo, algo que se logra mejorar en este tipo de propuesta veraniega. Sí, ya que con las distintas competiciones y talleres que se organizan el menor se dará cuenta de que puede hacer cosas que ni siquiera imaginaba.
  • Por supuesto, tampoco hay que pasar por alto el hecho de que se considera que los campamentos de verano son una estupenda alternativa para que los menores aprendan a darle valor a la familia y al hogar que tienen. Y es que no solo les podrán echar de menos sino que en esos lugares no tendrán las comodidades que en casa ni tampoco se les darán todos los caprichos. Eso, al mismo tiempo, es una forma de que descubran que no hace falta tener de todo para ser feliz y pasarlo bien.

Elegir campamento: Debemos pensar que quien va a pasar dos semanas, como mínimo, en ese campamento es nuestro hijo o hija y no nosotros mismos así que debemos elegir el que más se adapte a nuestro hijo y sus gustos. Por ejemplo, si es muy nervioso y no para en todo el día, los campamentos multiaventura, en los que puede desfogarse a gusto son los mejores. Si le encanta el deporte, uno deportivo; si prefiere la naturaleza, mejor uno en la montaña, por ejemplo.

Ahora bien, si no quieren ir tampoco debemos obligarles. Si se les envía por imposición o si se elige uno que no les interese en absoluto no conseguirá disfrutar de las ventajas expuestas en el apartado anterior.