No hay nada pero alquilar un apartamento por Internet, uno de esos que te venden lo mejor de lo mejor en la web y cuando llegas, con lo que te encuentras no te lo habrías podido ni imaginar. Menos mal que ahora con los comentarios y opiniones de los usuarios y usuarias de Internet nos podemos hacer una idea del producto o servicio al que queremos acceder, pero aún así… ¿cuántas veces hemos oído la misma historia?, ¿a cuántos no nos ha ocurrido que hemos llegado a un hotel y no era lo que ofrecía la web? Que poco se parecían a las fotos, ¿ a que sí?
En algunas ocasiones ni la piscina es tan grande, ni las habitaciones tan guapas, ni el servicio tan excelente como lo pintan en la web. Y lo peor es cuando las habitaciones o en general todas las instalaciones están llenas de auténtica porquería.
Sin ir más lejos, hace un par de semanas me desplacé a Mallorca por cuestiones de trabajo. El hotel en el que me hospedé muy bonito, eso no lo puedo negar, una atención maravillosa y una arquitectura de primera, que recordaba al Hotel Mercer, pero al contrario que este, co una falta de limpieza fuera de lo común.
Hoy escribo estas líneas desde un apartamento alquilado por días, y desde luego, os aseguro que nunca había visto una limpieza semejante en ninguno de los miles de lugares en los que por temas laborales me he tenido que desplazar. Después de dar la enhorabuena al personal, me comentaron que de la limpieza se encarga Servinet del Vallés, una organización capaz de rentabilizar las necesidades de mantenimiento de Industrias, Grandes Edificios, Oficinas, Hospitales; Centros deportivos, Comunidades, Centros Educativos, Parkings, etc., de forma integral consiguiendo mejores rendimientos y un menor coste. Todo ello con la impronta de una filosofía empresarial, que conlleva el máximo respeto a la naturaleza. Por lo que incorporan, en todos sus procesos de limpieza, desinfección, etc., productos ecológicos o de bajo poder contaminante.
El día que me encontré con la mancha de maquillaje
Nunca me he maquillado, en mi vida, y con mis casi 30 años puedo asegurar que nunca he usado ningún producto tipo barra de labios, rímel o similar. Tan solo tiro de vez en cuando de un poco de crema hidratante, pero poco más, y solo cuando el frío del invierno me corta la piel.
El caso es que estando de viaje de negocios en una ciudad española me encontré en el cuarto de baño con algo realmente asqueroso. Dormí muy bien, eso sí, pero por la mañana, tras la ducha, me topé con la sorpresa. Mi toalla de ducha estaba manchada de maquillaje y por supuesto no era mío. Menudo asquito. Igualmente me sequé con ella, pero no veas el asco que me dio. De hecho no he querido volver, y eso que era uno de mis lugares favoritos para hospedarme. En fin, que hay veces que un@ queda mal porque le da la gana.