La verdad es que he tenido un problema gordo con mi hijo. Me gustaría compartirlo con todos vosotros por si os sirve de ayuda. Mi hijo Chema tenía problemas importantes para relacionarse con el resto de los niños. No sabíamos muy bien lo que era, pero nos pusimos en manos de unos grandes profesionales, psicologiainfantilbcn.es. Y la verdad es que bendita la hora.
Esta empresa, experta en psicología infantil en Barcelona, tuvo desde el primer momento las cosas claras. Mi hijo necesitaba relacionarse, pero claro, en el colegio, así de primeras es complicado. Además coincidió con la época de verano, por lo que la doctora me recomendó que le enviara a un campamento. Yo al principio era un poco reticente, ya que imaginaba los campamentos como algo tipo mili. Donde se les obligaba a levantarse pronto, comer mal y hacer mucho ejercicio. Pero el concepto ha evolucionado mucho y los programas adoptan distintas modalidades e incorporan actividades, muchas de ellas atractivas para los niños con problemas de adaptación.
Allí aprenden a relacionarse con otros de distintas edades, a desarrollar su autonomía, convivir y respetar a los demás. Algo que Chema necesitaba. Ahora bien, si tienes que saber que dependiendo de cada personalidad hay un estilo de campamentos.
Por ejemplo, como Chema era tímido y no tenía facilidad para relacionarse, me recomendaron desde este centro de psicología infantil en Barcelona que no eligiera los de multiaventura, con actividades que exigen arrojo y determinación. En este caso es mejor que si tiene una afición definida puede sentirse muy a gusto en un campamento temático, para compartir experiencias con otros niños, lo que le ayudará a abrirse. También son beneficiosos los deportivos: “Especialmente los de deportes en equipo“. Por eso, le mandé a uno que estaba muy relacionado con el mundo de la naturaleza, que es lo que le gusta.
Si estás pensando en llevar a tu hijo a un campamento tienes que saber que Si es urbano, con horarios parecidos al colegio, pueden ir desde muy pequeños, podemos estar hablando de hasta 3 años. En cambio, si se trata de dormir fuera de casa, el momento adecuado dependerá del nivel de madurez y autonomía… en general, a partir de los 8 años no supone ningún problema.
Allí todos tienen normas de convivencia que deben cumplirse como el trato con los demás, hacer su cama, realizar el encargo asignado, et, algo que como me aconsejó el psicologo infantil de Barcelona, sirve para aumentar su autoestima y sus ganas de darse a conocer.
Pero ojo, que los padres también tenemos que sabernos amoldar. Los responsables de los campamentos son muy insistentes al advertir a los padres, sobre todo como era en mi caso con los primerizos, que no íbamos a poder hablar con sus hijos todos los días y a todas horas. La verdad es que lo llevé mal.
Lo que también recomiendo como madre es que te enteres de todo lo que va a pasar en el campamento. No es cuestión de controlar, sino de estar informada. Así pues, haz como ello, haz todas las preguntas necesarias para saber cómo son las instalaciones, la infraestructura para el programa de actividades, la formación de los monitores y el tipo de atención médica. Se organizan jornadas de puertas abiertas y reuniones en las que se ofrece toda la información práctica. Mejor es pecar de pesada que luego lamentarte de algo.
Así pues os recomiendo que si vuestros hijos tienen problemas, acuden a campamentos de este tipo. Nosotros seguimos yendo a psicologiainfantilbcn.es, y es allí donde me dan los mejores consejos, ya que Chema, poco a poco, se va mostrando más abierto y con ganas de conocer gente.