Campamentos en inglés para niños

Los campamentos de verano están de moda. Pero lejos de la idea que podemos tener, han cambiado mucho. A continuación os contaré un poco cómo se desarrollan ahora. Yo les envié a mis hijos este estas pasadas vacaciones de verano, recomendado por la empresa Speak English, donde estudio inglés junto a mis hijos y la verdad es que ha sido un éxito.

Los dos profesores que dan clase en esta academia de inglés en A Coruña, me contaron los numerosos beneficios que tendrán para mis hijos en un corto plazo. Así pues, les envíe a uno que tuvo lugar en una finca que está situada en en la zona oeste de la región de Cantabria. Son una especie de cabañas con capacidad para 4 o 6 estudiantes. Tenían cocina y comedor así como de piscina, una pista polideportiva para baloncesto futbol sala voleibol, etc., campo de tiro, torre multiaventura, una zona de juegos cubierta y otra exterior. Vamos, un lujo.

En muchos casos, estos campamentos, suponen la primera experiencia de los participantes en un programa de inglés fuera de casa y por este motivo, las empresas garantizan la supervisión por parte de monitores, el carácter ameno de clases y actividades y el ambiente seguro en el que se desarrolla el campamento de verano en inglés. Al final, todo fue un éxito.

El programa constaba de tres clases diarias de inglés. Según me han contado mis hijos, las clases son muy dinámicas, enfocadas al aprendizaje del idioma para alumnos de esta edad e impartidas por profesores titulados. Los alumnos realizaron una prueba de nivel al llegar al campamento, tras la cual, se les asignó su nivel correspondiente. Las clases son impartidas por profesores titulados en la enseñanza del inglés como lengua extranjera. Al finalizar la estancia los alumnos recibieron un diploma y un informe referente al aprovechamiento. Por supuesto, mis dos hijos lo aprovecharon mucho y recordaban con cariño a sus profesores de la academia de inglés en Coruña.

Pero claro, no todo es estudiar, y es ahí donde radica la gracia de este tipo de campamentos. Se combina las clases de inglés con la práctica de deportes de aventura, talleres y actividades al aire libre. Estos dos ‘bichos’ se lo pasaron en grande, pues montaron en bicicleta de montaña, hicieron descensos en canoa, que era el sueño de mi hijo el mayor, rutas de senderismo, tiro con arco, tirolina, espeleología, rocódromo y puente tibetano.

Además, aprovechando el buen tiempo se fueron dos días a las playas de Laredo, donde disfrutarán de un completo programa de actividades náuticas. Los padres más agónicos, que estén tranquilas porque fueron supervisadas por el equipo de monitores. Y para poner el broche, por las noches habia organizado un entretenido programa de ocio y veladas. Pero claro todo esto en inglés. Utilizando el idioma como pretexto.

Ahora hemos vuelto a nuestras clases en la Academia de inglés de A coruña, y la verdad, es que se nota un montón el nivel que han adquirido mis dos chicos durante este mes en tierras cántabras.

En Speak English recomiendan con fuerza este tipo de actividades para que los más pequeños vayan perdiendo el miedo a un idioma que, desgraciadamente a los españoles no se nos da nada bien. Solo hay que ver las estadísticas para comprobarlo. Sin embargo, poco a poco, las nuevas generaciones van a ir cambiándolo.