Para algunos el rapel les sonará al famoso vidente de la televisión, sin embargo, el rapel es ahora mismo uno de los deportes de moda entre los aventureros. El rápel es el sistema de descenso autónomo más ampliamente utilizado, ya que para realizar un descenso sólo se requiere, -además de conocer la técnica adecuada-, llevar consigo el arnés y un descensor. Es utilizado en excursiones, montañismo, escalada en roca, espeleología, barranquismo y otras actividades que requieren ejecutar descensos verticales.
Ahora bien para practicarlo se necesitan una serie de medidas de seguridad.
Anclaje, todos los sistemas de rápel exigen un anclaje muy resistente en el cuál se soportará todo el sistema. Los anclajes pueden ser naturales (árbol, roca, estalagmita, puente de hielo, etc.) o artificiales (clavija, cadena, etc).
Sistema de anclaje, también conocido por anclaje, se refiere al sistema de unión entre el anclaje y la cuerda.
Cuerda, es una cuerda especial para rápel, debe tener un diámetro adecuado y contar con aprobación internacional UIAA o CE.
Arnés, es un calzón o soporte artificial para el cuerpo a base de cintas resistentes unidas a través de una costura especial.
Mosquetón con seguro, es un instrumento metálico en forma de lazo que se abre por una parte y que cuenta con seguro para evitar que se abra inesperadamente.
Descensor, puede ser ocho, marimba, stop, atc o algún otro.
Cabo de seguridad, es una cinta o coordino que se une al arnés por un extremo y que en el otro extremo lleva un mosquetón.
Persona, es lo más importante, pues de su criterio y comportamiento así como sus acciones depende todo lo demás.
También se recomienda llevar relojes de calidad, ya que al tratarse de una actividad que se realiza al aire libre, tenemos que tener consciencias de donde nos encontramos.
La naturaleza vertical de la práctica del rápel la hace una actividad peligrosa si no se realiza adecuadamente. Contar con entusiasmo y el equipo no basta, se requieren conocimientos técnicos adecuados, por ello siempre que no se tengan debe realizarse bajo la supervisión de una persona cualificada para la actividad. De esta manera evitaremos noticias trágicas como la ocurrida en Aragón.