A todos nos ha cambiado la vida el Covid19, aunque sea en mayor o menor medida. Algunos de nosotros hemos perdido el empleo, otros a familiares y/o amigos queridos y otros, los más afortunados, han podido adaptarse a la nueva situación sin pérdidas y obteniendo beneficios al moldear su producción en base a las nuevas necesidades españolas, e incluso mundiales. Pero sea como sea, la mayoría en forma negativa y con algún caso positivo, todos nos hemos visto afectados por el coronavirus y esto, por supuesto, no es diferente en el Turismo. De hecho, es y será uno de los sectores más afectados en todos los países.
Dejando a un lado que ya durante varios meses el turismo, y la restauración, han paralizado toda actividad, ahora toca empezar a recuperarla pero es muy posible que sea una recuperación muy lenta en comparación con otros sectores, pero ¿por qué?
Por un lado encontramos a toda esa población que tenía pensado viajar nacionalmente o de forma internacional este verano y que, aunque atrasase esa idea unos meses, no lo va a hacer porque carecen de la posición económica que antes tenían. Eso significa que ahí ya tenemos un grupo social que apartará las vacaciones para otros años venideros.
Por otro lado encontramos a todos aquellos que, aun habiendo perdido capacidad económica o sin haberla perdido, pueden permitirse unas vacaciones de mayor o menor duración pero que, debido a la situación actual, prefieren quedarse en casa por miedo a acabar contagiándose en otras zonas del país, o del extranjero, y trayendo de nuevo el virus a casa.
Y por último tenemos a esas personas que pensaban coger un avión y viajar fuera de nuestras fronteras y ahora han decidido seguir disfrutando de sus vacaciones pero dentro del país, bien por precaución o bien porque así el viaje familiar les sale más económico y les viene mejor actualmente. Y este es el único grupo que puede mover ligeramente la actividad del turismo nacional, sobre todo del turismo rural nacional. El conocido portal Ruralzoom, expertos en alojamientos rurales en la Rioja, asegura que solo gracias a ese movimiento nacional miles de empresarios podrán seguir trabajando en el sector, un grupo de empresarios entre los que se incluyen.
¿Y ahora qué?
La pregunta que más nos hacemos ahora es ¿qué va a pasar a partir de aquí con este sector? Más que nada porque el turismo en nuestro país representa el 14% del PIB, lo que es mucho para quien no termine de entenderlo, así que algo hay que pensar.
Pues bien, por un lado encontramos a los que abogan por abaratar absolutamente todo, ya sea mediante ofertas o por bajada de precio general, lo importante es que esas familias, españolas o extranjeras, que iban a cancelar su viaje no lo hagan, y que esas familias que no tenían pensado viajar decidan hacerlo por la caída de precios.
Al final el movimiento de la actividad es lo que interesa ahora, aunque los beneficios sean pocos.
Y cabe recordar, como bien explican en El Confidencial, que el turismo engolaba una cadena de sectores que suma los negocios del transporte, agencias de viajes, alojamiento, hostelería, comercio y ocio. La semana pasada, Amadeus se atrevió a poner cifras al colapso del transporte aéreo, principal medio de llegada (sobre el 85%) de los casi 84 millones de turistas que recibió España el año pasado, pese a la incertidumbre absoluta sobre cuánto durará la pandemia y sus consecuencias. La tecnológica se ha dotado de 1.500 millones extra de liquidez, ampliación de capital incluida, para soportar un 2020 casi en blanco, sin actividad.
También hay quienes abogan por planes similares al del Imserso, para distintos segmentos de la población este mismo verano, como el personal sanitario o el resto de trabajadores de actividades esenciales que necesitan una parada en seco, un tiempo de relajación que les permita volver con energía después de ese merecido descanso.
Por lo visto, de todos modos, el sector en nuestro país afronta planes de choque para 12 meses de inactividad y eso supone que las empresas más fuertes ocupen el espacio de los más débiles, porque es lógico pensar que los pequeños negocios turísticos tendrán menos capacidad de aguante que las grandes empresas, de ahí que todos miren al Gobierno, con la esperanza de que las ayudas lleguen y puedan sobrevivir este año. Ahora bien, seamos realistas, el Gobierno puede tener muchas ganas de ayudar pero no puede sacar dinero de dónde no lo hay y esto quiere decir que o Europa suma fuerzas en conjunto o dudo mucho que España, como tal, pueda sostener pymes, autónomos y empresas.
No obstante, el turismo en nuestro país siempre renace, esperemos tiempos mejores ¿no?