El Valle de Arán es una comarca del Pirineo de Lleida ideal para visitarla en moto los meses de primavera y al comienzo del verano. El deshielo de las cumbres de las montañas deja paisajes de gran belleza.
En el Valle de Arán encuentras historia, cultura, naturaleza y muy buenas carreteras, lo que lo convierte en un destino indicado para practicar turismo encima de una motocicleta.
Nos comentan los organizadores de Euromotour, una agencia que organiza tours en moto por España, Europa y el norte de África, que al recorrer los Pirineos en moto encuentras carreteras llenas de curvas y rincones mágicos de montaña.
Aunque la temperatura en el Valle de Arán en primavera es muy agradable, los motoristas recomiendan viajar por la mañana, pararnos a visitar sitios de interés a lo largo del día y regresar con la moto al alojamiento al atardecer, cuando empieza a refrescar.
Para encontrar lugares bonitos que visitar, a veces no es necesario recorrer muchos kilómetros. Vielha, la capital del Valle de Arán, se halla a solo 3 horas en moto de Barcelona y de Zaragoza.
Breve historia del Valle de Arán.
El Valle de Arán fue poblado en el siglo III antes de Cristo por los occitanos. Un pueblo celta que se asentó en todo el sur de Francia, entre los Pirineos y los Alpes. Y que traspasó las fronteras actuales creando una región transpirenaica llamada Vasconia.
El paso del Valle de Arán será el punto de entrada de los romanos en la península ibérica para su posterior romanización. Tras la caída del imperio romano, por su condición de región de alta montaña, el valle cae en una especie de abandono hasta que Carlo Magno pretende incorporarlo al Sacro Imperio Romano Germánico, adhiriéndolo a la región de Aquitania. En este territorio se desarrollará un idioma propio derivado del latín, el occitano, del que el aranés, la lengua del Valle de Arán, es un dialecto.
Durante la ocupación de los árabes, el Valle de Arán es clave en la reconquista. Por eso Alfonso I de Aragón le otorga un fuero por el cual la comarca se autogobierna por medio de un consejo en el que estén representados todas las aldeas de la zona. El Consejo del Valle de Arán pervivirá durante gran parte de la edad media, manteniendo su lealtad al rey de Aragón, frente a las pretensiones de dominación de algunos nobles catalanes. Finalmente, en 1411, en virtud del Compromiso de Caspe, el Valle de Arán pierde su autonomía y se anexiona al principado de Cataluña.
En la historia más reciente de España, el Valle de Arán también ocupa un peso importante. A principios de los años 40, el paso de Lés es el punto de entrada en España de judíos que huyen de holocausto nazi. Una vez en nuestro país, en condiciones de clandestinidad, embarcan en diferentes puertos con dirección a Inglaterra y Argentina.
En ese mismo paso, en 1944, el P.C.E., el Partido Comunista de España, promueve la entrada de un grupo de guerrilleros, con la idea de derrocar a Franco y reinstaurar la II República. La escaramuza fue un fracaso. Los guerrilleros son incapaces de tomar Vielha, frenados por un tapón de decenas de miles de soldados franquistas. Aquel fue el último intento militar de derrocar la dictadura.
Visitar Vielha.
Para visitar el Valle de Arán, con tranquilidad, durante varios días, es adecuado buscar un alojamiento que nos sirva de centro de operaciones. Vielha, la capital de la comarca, es el lugar indicado. Es el punto de entrada al valle, una vez atraviesas el túnel de Vielha, por la N-230, desde ahí se bifurca la carretera en dirección a Lés y Toulouse, por un lado, y a Salardú y Baqueira Beret, por el otro.
Nos recomienda el blog de viajes Viajeros Callejeros, que antes de entrar en la ciudad, nos desviemos para echar un vistazo a la Cascada de Saut Deth Pish. Situada a 17 kilómetros de la capital del valle. Uno de los parajes naturales más bellos de las inmediaciones. El salto de agua de 20 metros de altura que se puede observar desde varios miradores localizados al costado de la serpenteante carretera que nos conduce hasta él. Una vez allí, si lo deseas, puedes dar un paseo por el bosque de Siesso y visitar el lago de montaña de Barradós.
A 5 minutos de la cascada se encuentra el parking de Vielha. Una buena opción para alojarse. Claro, que si lo que prefieres es dormir en un hotel, en la ciudad tienes una amplia oferta.
De Vielha vale la pena visitar el casco antiguo, atravesado por el río Garona. En el centro se encuentra la iglesia de San Miguel, un claro exponente de las iglesias románicas, que encontrarás diseminada por los 33 municipios y aldeas que conforman el valle. La iglesia destaca por su torre campanario de planta pentagonal y su capirucho puntiagudo, diseñada para que no se acumule la nieve en el tejado.
En la Calle Mayor se encuentra el Museo del Valle de Arán. Ubicado en una casona fortificada de estilo gótico tardío, construida en el siglo XVII, que fue propiedad del General Marthinon. Con abundante material audiovisual, a lo largo de tres plantas, puedes llevarte una impresión bastante detallada de la historia y la cultura del valle.
La intensa vida comercial de la ciudad da pie a poderse llevar un recuerdo de la zona, como sus exquisitos quesos artesanos y embutidos o comer olla aranesa en uno de sus múltiples restaurantes.
Ruta dirección Salardú.
En el interior de Vielha la carretera que conduce a Francia se bifurca en un ramal, que a pesar de ser una carretera comarcal está en muy buenas condiciones y que te llevan hasta Salardú y la estación de esquí de Baqueira Beret, una de las más importantes del país.
Aunque en verano la estación de esquí está cerrada, vale la pena acercarse a sus proximidades y contemplar el Pla de Beret. Un altiplano cubierto de hierba, a 2.000 metros de altura y en el que pastan en semilibertad rebaños de caballos y vacas. Allí nacen los ríos Garona y Noguera Palleresa.
La web de turismo Visitar Vall d´Arán, nos recuerda que en esta ruta se encuentran algunos de los pueblos más bonitos de España. Entre Salardú y la estación de esquí está Bargueret, que forma parte del Inventario del Patrimonio Histórico Arquitectónico de Cataluña. En el centro del pueblo está la iglesia de San Félix, una iglesia románica del siglo XIII con presbiterio de planta cuadrada, a diferencia de los semicirculares del resto de las iglesias de la zona y con una estela funeraria prerrománica en su interior.
No muy lejos se encuentra el museo Eth Corrau, con más de 2.000 objetos artesanales que muestran la tradición de la zona. Paseando al costado del río, encuentras el molino harinero, con varios siglos de antigüedad.
Otro de los pueblos que no te puedes perder es Arties. Un pequeño municipio que parece sacado de una postal donde confluyen el río Garona y Valartíes. Conformado por las casas típicas de la zona, pero en unas condiciones inmejorables. En la parte alta del pueblo se encuentra la Iglesia románica de Santa María, considerada Bien de Interés Turístico Nacional y a su costado el castillo medieval. En la parte de abajo, cerca de la carretera, está el Parador Nacional, en un palacete barroco levantado por Ço de Paulet, un indiano del pueblo que hizo fortuna en América.
A 10 minutos andando están los antiguos baños de Arties. Un balneario de aguas termales que estuvo en funcionamiento hasta los años 80.
Ruta dirección Lés.
Se trata de la carretera nacional que nos lleva a Francia, cruzando los Pirineos. Una ruta llena de historia. A medida que la recorres con la moto vas pasando por una multitud de pequeños pueblos pintorescos, que van llamando la atención del visitante. Nosotros te recomendamos dos:
- Bosost.
Un antiguo pueblo minero con un bonito paseo arbolado que discurre junto a la ribera del Garona. Detrás de su bella plaza renacentista de alta montaña se encuentra la Iglesia de la Ascensión, vallada por un muro y una verja de hierro. Se trata de una de las iglesias románicas mejor conservadas del valle. El pueblo está rodeado por siete pequeñas ermitas, que según cuenta la leyenda, levantó un pastor del lugar tras encontrarse un monje y pedirle consejo para proteger al pueblo de la peste. Las ermitas funcionan como una especie de cinturón de seguridad.
- Lés.
Este pueblo hace frontera con Francia y es el paso natural de los Pirineos en dirección a Toulouse. La arquitectura difiere ligeramente del tipo de casas que encontramos en el valle. Son más altas, no tienen la balconada característica en madera y son más parecidas a lo que encuentras al sur de Francia. En este pueblo son famosos sus baños termales, levantados por primera vez en la época de los romanos.
Una excursión al Valle de Arán es un destino inolvidable para cualquier persona, pero se disfruta de una forma especial encima de una moto.