Lío de maletas

Si bien es verdad que lo lógico antes de subir a un avión es leerse muy bien la política de equipajes de la aerolínea con la que vamos a volar para evitar así sorpresas indeseadas, la realidad es que todo sería mucho más sencillo si se pusieran de acuerdo al respecto. Y el caso es que, aunque había pequeñas diferencias en cuanto a lo que medidas se refiere, la regla común era poder llevar una maleta pequeña o mochila como equipaje de mano, en cabina, y un pequeño bolso o algo similar (menos Ryanair que no dejaba llevar más de un bulto). El resto de maletas debían ir en la bodega del avión, facturadas. Pues bien, ahora Ryanair ha vuelto a ha cambiar la norma.

Hace relativamente poco tiempo Ryanair anunció que cobrará por llevar maleras en la cabina  a partir del 1 de noviembre, lo que significa que con esta aerolínea será imposible viajar sin pagar por el equipaje que llevamos con nosotros, aunque sólo sea una pequeña mochila con una muda y poco más.

La nueva política de la aerolínea permite a los pasajeros llevar una «pequeña bolsa personal» a bordo, que podrán colocar bajo el asiento de delante, pero solo los clientes que adquieran su billete como ‘priority’ podrán transportar también una maleta de hasta diez kilos, el resto de viajeros podrán seguir facturando su maleta de hasta diez kilos por ocho euros en el momento de la reserva, que será depositada en la bodega del avión.

Ante esto, FACUA, la asociación de consumidores, criticó que las aerolíneas sigan aumentando los servicios por los que se cobra al usuario y disminuyendo los incluidos en el billete y como toda crítica tiene respuesta, Ryanair contestó que “ninguna aerolínea permite que sus pasajeros suban todas sus maletas a la cabina”, una respuesta que, en mi opinión, no tiene ni pies ni cabeza.

En un comunicado, Facua alerta de que la medida anunciada por Ryanair de empezar a cobrar por el equipaje de mano a partir de noviembre de este año podría vulnerar el artículo 97 de la ley, a la vez que critica que la aerolínea parezca haber introducido esta modificación de sus servicios para compensar los gastos que le han ocasionado las compensaciones a los pasajeros de las pasadas cancelaciones de vuelos.

Sea como sea, y además del gasto económico que esto conlleva, ahora los pasajeros tenemos que leer minuciosamente cada política de cada aerolínea si no queremos llegar a la cola de embarque con maletas que luego no nos vayan dejar subir.

Equipaje de mano

Por ahora podemos decir que hay unas medidas generalizadas de equipaje de mano y una normativa más o menos común a todas las aerolíneas, menos Ryanair por supuesto. Las medidas más frecuentes permitidas en cabina son de 55x40x20 pero hay aerolíneas que permiten medidas superiores. La IATA se propuso en el 2015 fijar un tamaño estándar de 55 x 35 x 20 centímetros para los bultos que se pueden subir al avión, pero acabó desistiendo de la idea. Además, las aerolíneas aceptan ahora bultos pequeños extra, aunque cada compañía especifica sus condiciones. Vueling, por ejemplo, permite una maleta por pasajero que no sobrepase las medidas ni los 10kg de peso y un elemento adicional como un bolso, una pequeña mochila o algo similar. EasyJet estipula que los pasajeros pueden llevar una pieza de equipaje de mano con un tamaño máximo de 56 x 45 x 25 cm, incluyendo las asas y las ruedas, luego, los pasajeros VIP (titulares de tarjetas EasyJet Plus y los pasajeros con tarifa Flexi) podrán llevar un bulto extra de 45 x 36 x 20 cm. Y así sucesivamente con todas las aerolíneas.

Una solución a medida

Personalmente este tema me toca bastante la moral por lo que yo he tomado la determinación de llevar únicamente mi bolso dentro del avión, no pienso estar comiéndome la cabeza cada vez que quiera tomar un vuelo y la solución pasa por mandar el equipaje con una compañía especializada.

Maletas por avión, del grupo Star-Cargo, es una empresa especializada que puede enviar tus maletas hasta el destino solicitado, en el tiempo solicitado, y de manera inmediata. No voy a negar que es un gasto extra pero a mí, y a la tranquilidad de mi cerebro, nos merece la pena. ¿Y tú, con qué equipaje viajas?