Naturaleza sí, comodidad también

Adoro la naturaleza, los árboles, las plantas, los campos… respirar aire puro de vez en cuando hace que te cambie el “chip” y entres en otra sintonía que emite una música diferente a la que escuchas cada día, en tu rutina diaria, y eso es algo que no cambiaría nunca de mis vacaciones rurales o en campings. Pero el caso es que aunque abogo por todo eso no huyo de las comodidades ni estoy peleada con aquello que puede hacer la vida más sencilla así que no entiendo cómo unos supuestos buenos campings pueden tener entradas de tierra cochambrosas con lo fácil que sería asfaltar ese trocito de terreno. ¡Si es que hasta he encontrado una empresa llamada Aglomerados GB que vende asfalto envasado, para asfaltar en frío! Impresionante.

Aunque lo que sí fue impresionante fue llegar a un camping que, supuestamente es uno de los mejores de España y encontrarme que, como habían caído cuatro gotas de agua (porque tampoco es que diluviara ni mucho menos) se había formado un lodazal en la entrada tan fangoso que el coche acabó con barro en todos los bajos y no queráis saber cómo acababan nuestros pies cada vez que quisimos pasar por ahí ese día. Sinceramente, me parece increíble que se te forme ese follón en la entrada a tu negocio y tú no hagas nada hasta el día siguiente que limpias todo el desaguisado. Que yo no estoy diciendo que echen cemento por todo el camping por amor de Dios, lo que digo es que si en esa entrada, porque está más hundida o por lo que sea tienes problemas de acumulación de agua podrías poner remedio nivelando el suelo o asfaltando sólo ese tramo de entrada y dejar luego el mismo camino de tierra que había antes en el resto del terreno porque el único sitio en el que se formó ese lodazal fue en la entrada. Menuda imagen darían a los turistas extranjeros ¿os imagináis lo que dirían al llegar a su casa con sus familiares? “Sí, sí, todo muy bonito, mucho sol y bastante barato pero los campings son un asco porque caen cuatro gotas de nada y se les monta ahí la fiesta del barro en la entrada”, increíble.

De todos modos, ante situaciones así, lo mejor que puedes hacer es disfrutar de todo lo demás e intentar olvidarte de ese tema o tomártelo como una aventura más que debes atravesar antes de llegar a tu destino. Eso le dije yo a mis hijos y se lo pasaron bomba, lo malo es que en un momento en el que me descuidé volvieron tan llenos de barro que habría sido mejor meterlos en la lavadora portátil que, por cierto, hice siguiendo las instrucciones que encontré en este vídeo de youtube.