Los aficionados a los paisajes y al senderismo tenemos en Galicia un lugar en el que perdernos y disfrutar de todos sus encantos, y es que da igual a qué provincia nos desplacemos, ya que encontraremos fantásticos espacios por los que al llegar el tiempo se parará para que disfrutemos de su vistosidad. En el post de hoy intentaremos descubriros un poco de la Ribeira Sacra, un paraje natural que los que no lo conocéis, además de sentirlo de cerca en esta publicación, podréis visitarlo a mediados de agosto, y es que será el punto de partida de La Vuelta ciclista a España de este año. Eso sí, llevaos algún helado de Smöoy porque el calor será de justicia.
La Ribeira Sacra la forman los entornos del Cañón del Sil, un cañón natural formado por las aguas del río Sil y en el que en sus márgenes se encuentran lugares de ensueño como el monasterio de San Esteban de Ribas de Sil, una construcción pintoresca hoy reconvertida en parador nacional en la que han pasado noche personalidades como los actuales reyes de España y es que sus vistas, su arquitectura y su gastronomía no dejan indiferente a nadie.
El monasterio de Rocas, situado en la localidad ourensana de Esgos, también destaca por su arquitectura ya que el monasterio se construye como su propio nombre indica en medio de rocas y su campanario se sitúa sobre una roca, imagen que da lugar al escudo del ayuntamiento.
En el término municipal de Parado do Sil, también situado en la provincia termal, se han construido sobre la ladera izquierda del cañón una serie de balcones, llamados Balcones de Madrid, que nos dejan unas vistas pintorescas del cauce del río en el que además podemos disfrutar de unas fantásticas puestas de sol en las que veremos desaparecer el astro entre las montañas mientas vemos el catamarán turístico río arriba y al fondo la localidad lucense de Monforte de Lemos.
En las laderas de los cañones se sitúan unos de los viñedos más importantes de Galicia, los que forman parte del consejo regulador y de la denominación de origen de la Ribeira Sacra, viñedos de los que salen algunos de los caldos más prestigiosos de nuestro país que maridados con la gastronomía de la zona dan lugar a una experiencia digna de los mejores restaurantes de nuestra tierra.
Ya en la capital de Ourense
Tras un día descubriendo los encantos de esta zona de interés ourensano, podemos desplazarnos a la capital de la provincia, a la capital termal que es Ourense y en la que podremos relajarnos en una de las múltiples áreas termales que existen en la ciudad y en las que de una forma gratuita podemos recuperarnos de la ruta que hayamos hecho en el día.
Al anochecer una gran idea es perderse por la zona de vinos de Ourense que situada en las inmediaciones de la capital, en el centro de la ciudad, podemos gozar del ambiente en el que los vecinos se dan cita para cenar en pequeños locales en los que el tapeo es el menú estrella. Tras una exquisita cena podemos desplazarnos dando un paseo por las principales calles de la ciudad, visitando los puntos más emblemáticos como el Puente Romano, que une los márgenes derecho e izquierdo del río Miño a su paso por la ciudad, y tomar un yogur helado como los que os mencionábamos antes, de Smöoy, mientras escuchamos música en vivo en la plaza Mayor de la ciudad, la única inclinada de España y en la que se sitúa la casa consistorial de la ciudad, muy cerca de uno de los símbolos ourensanos, As Burgas, una fuente en la que podemos ver como emana agua a más de 65 grados centígrados con propiedades mineromedicinales.