Hacemos rutas en coche, en todoterreno, andando o en bicicleta, pero en los últimos años se ha puesto de moda lo de hacer rutas a caballo. Y la verdad es que hasta que no lo probé no pude comprobar lo fascinante que es, y sano. Yo tengo la suerte de ser un enamorado de los caballos, incluso tengo dos, pero nunca había hecho lo que es hacer rutas, me dedicaba a trotar y poco más.
Hasta que un día me convenció un amigo y nos fuimos a Ávila. Allí pasamos tres días y dos noches y hicimos una ruta de 77 kilómetros de una dificultad fácil-media. Me gustó mucho la zona de “La Moraña”, con pequeñas localidades conocidas por su arte mudéjar. Atraviesas el margen de ríos como el Adaja, pasas por el Castillo de Arévalo y la Ermita del Cristo de los Pinares y atraviesas un paisaje de pinos y alamedas, refugio de aves esteparias. Una maravilla para los sentidos.
El primer día, la ruta se inicia atravesando la zona de humedales de la Laguna de “El Oso” y terreno de cereal para adentrarnos en terreno de pinar hasta cruzar el Río Adaja, siendo en esta zona característicos sus cortados y espesa vegetación. Como comento, a ruta hacia el Norte discurre siguiendo el margen del Río Adaja, al inicio disfrutamos del paisaje que nos ofrece los grades cortados creados por este río, con subidas y bajadas pronunciadas, y la frondosa vegetación que le acompaña.
EL segundo día, nos vamos acercando a Arévalo nos adentramos en sus pinares, y entramos en esta localidad rodeándola y dejándola a nuestra izquierda, lo que nos permite verla desde arriba, apreciando su ubicación y monumentos arquitectónicos, hasta llegar al Castillo al que accedemos rodeándole y siguiendo la confluencia del Río Adaja con el Río Arevalillo.
Para terminar, el tercer día dalimos de Arévalo tal y como entramos el día anterior, entre pinos, pero ahora lo hacemos a lo largo del margen del Río Arevalillo. La parada a media mañana es rápida, y lo hacemos en pleno campo al lado de la Ermita del Cristo de los Pinares. Tras el café seguimos camino de vuelta, para llegar a Riocabado.
La próxima en Cataluña
Ahora pretendo hacer otra, de más dificultad. La del Valls del Montcau, que es una ruta a caballo donde disfrutas de los intensos paisajes de la zona, combinando profundas rieras llenas de agua, con bosques de pino blanco y rojo y encinas mediterráneas, grandes llanuras alrededor del río Llobregat, al lado del Monasterio de Sant Benet en el Pla de Bages, así como ascensiones a las sierras que nos llevan hasta Talamanca y su famoso castillo, o hasta el encantador pueblecito de Mura. Ruta cultural y gastronómica por excelencia.
No me importa que sea en Cataluña porque mi intención es alquilar este remolque para caballo en la empresa Remolques Carro. Es una empresa líder en el sector y sus remolques son de calidad. El mío tiene que tener ejes de 750 kilos con freno de inercia y de estacionamiento, suspensión por barras de torsión de caucho, el suelo en chapa metálica, siendo un modelo de rombos con rampa trasera y puerta delantera y anillas de amarre exteriores.
Así que ya os contaré mi próxima ruta, porque la verdad es que esto del caballo me tiene fascinado.