Existen miles y miles de lugares con magia en el mundo. Lugares que ofrecen la posibilidad de descansar, que nos dan la oportunidad de estar en contacto con nuestro entorno y con la naturaleza y que nos alejan del resto del mundo, algo que es estrictamente necesario durante muchas etapas de nuestra vida. Disfrutar de este tipo de sitios es algo recomendable para todo tipo de públicos. Sin duda se trata de uno de los placeres de la vida.
En ocasiones, no obstante, es difícil acceder a lugares como los que acabo de describir. No todas las carreteras se encuentran en un estado óptimo para acceder a parajes tan preciosos y diversos como los que tenemos en España o en Europa. En ocasiones, sólo a través de viejos caminos podemos llegar a este tipo de sitios. Quizá una cuestión como esa limite la capacidad que tenemos las personas de disfrutarlos.
Cuando tenía 18 años conocí a Albert, un muchacho inglés con el que fui de intercambio. Hemos mantenido el contacto desde entonces y ahora él es el Alcalde de un pequeño pueblo de Inglaterra. Muchas veces, me cuenta a través de Skype los proyectos que tiene pensados para su municipio, y uno de esos proyectos estaba relacionado con la recuperación de algunos de los parajes naturales que se situaban en el término municipal en el que él regía.
Según me comentó, lo que él y sus compañeros querían conseguir era habilitar los accesos a esos parajes. Dichos lugares habían estado abandonados desde finales de los años setenta, y las carreteras que conducían a ellos estaban en un estado deplorable, carecían de iluminación y, por tanto, eran peligrosísimas. Arreglarlas y dotarlas de una seguridad vial decente sería fundamental para que los parajes fueran de nuevo accesibles a todos los vecinos del municipio y alrededores.
Hablando sobre todo esto, me comentó que lo que más le preocupaba era encontrar una empresa fiable que le garantizara un proyecto serio, a un precio moderado y con una calidad incuestionable. Sin pensarlo dos veces, le hablé de www.industriasduero.com/en/, una empresa con la que el Ayuntamiento de mi localidad también mantenía contacto y que había hecho algunos trabajos con un gran éxito. Se lo comenté y la facilité la dirección en inglés, para que no le cupiera duda alguna con lo que la empresa ofertaba. Contento e ilusionado, me dio las gracias y me dijo que me contaría si finalmente les había contratado y cómo había transcurrido, en su caso, el proceso.
Operación completada con garantías
Tiempo después, volví a hablar con Albert. Al parecer, su gabinete y él habían decidido finalmente ejecutar el proyecto con www.industriasduero.com/en/, que estaba realizando una gran misión en la recuperación de esas carreteras que tan importantes eran puesto que conducían a los lugares turísticos más importantes del municipio hasta la década de los setenta. Según me comentó, la empresa instaló un nuevo pavimento que había eliminado las grietas y demás problemas que sufría el asfalto y, por otro lado, se incorporó un sistema lumínico que permitía hacer de la vía un sitio más seguro para los conductores.
El tiempo pasó y las obras finalmente terminaron. Albert siguió contándome cómo sucedía todo. Por fin, todo quedó listo para la re-inauguración de los nuevos parajes, con sus nuevos accesos habilitados y mucho más seguros y fiables. Mi amigo me invitó personalmente al evento puesto que, según me decía, todo aquello hubiese sido imposible si no le hubiera hablado de Industrias Duero.