El pasado puente del Primero de Mayo aprovechando una festividad en Madrid nos acercamos a una casa rural en Valencia. Fuimos tres parejas con nuestros hijos, que se conoce de jugar al baloncesto en el equipo del colegio. Fue una experiencia única, donde lo que más nos gustó fue los muebles que vimos dentro. Fue tal la curiosidad que acabé preguntando a la dueña donde les había comprado, y me dijo que en Expormim, un sitio con mucha clásica, y que recomiendo cien por cien.
La verdad es que el ambiente y la zona eran geniales, pero quiero aprovechar este artículo para hablar de la diferencia que puede haber entre una casa rural bien decorada y mal. Quizás sea ese el motivo para volver o no. En mi caso, lo que más me gustó fue el mobiliario de exterior. En concreto la colección de asientos “Lapala” formada por una silla tejida y un sillón comedor. Además del detalle de los taburetes, que como tenían una barra fuera, parecía que estuviéramos en el bar de un hotel de lujo.
“En sus formas curvas y amables, se sigue manteniendo el carácter sobrio, ligero y versátil, que en esta puesta al día incorpora un significativo aumento del confort con una mejorada ergonomía, además de altas prestaciones de resistencia a la intemperie gracias a estar tejida en cabo náutico sobre estructura de acero inoxidable pintado”, dicen en la página web y la verdad es que llevan razón.
Hay que tener mucho ojo con los muebles de exterior, sobre todo si eres de una provincia donde predominan las lluvias, ya que se pueden estropear. Por eso recomiendo la versión Alumimun. Y es que los clásicos del rattan, ahora en su versión más técnica: fabricados en aluminio y rattan sintético HDPE para resistir a las inclemencias del tiempo. Garantizados al 100% para una exposición prolongada a la intemperie. Son sin duda, la mejor opción.
También me llamó la atención por su sencillez, confort y tradición, una colección de piezas atemporal y con sabor mediterráneo, compuesto por un sillón, una banqueta y un centro rincón. “El carácter relajado y a la vez distinguido de las piezas se funde en todos los espacios, como la luz del Mediterráneo” dicen en una web, que animo a que se visite para comprobarlo.
El buen tiempo nos invitó a salir al jardín y mientras los niños jugaban en los hinchables y en el columpio, los padres aprovechamos para descansar en las tumbonas. Qué gran invento para el mobiliario de exterior. “Quizás la pieza más representativa de La Exportadora del Mimbre. Devolverla a la vida ha supuesto recuperar una pieza atemporal y con personalidad, como lo fue en su día”, aseguran los dueños y llevan toda la razón. Disfrutamos mucho.
EL resto de la casa también era muy cuca, pero yo que soy una enamorada de los muebles de exterior, me quedé prendada de estos muebles que puedes encontrar en Expormim. Nosotros ya hemos cuadrado agendas para volver a esta casa rural, espero ver más modelos, porque lo más probable es que en la casa de mi pueblo, en Brihuega (Guadalajara), pueda poner algo de este tipo.