Mediterráneo en estado puro: las islas Baleares

Disfrutar del mar Mediterráneo en todo su esplendor es posible gracias a las maravillosas Islas Baleares. Cinco islas del archipiélago balear, cada una con un carácter y personalidad propios que atrapan a todo aquel que se adentra en sus parajes. Para los que no conocen las ninguna de las islas, puede plantearse un dilema a la hora de acercarse a ellas: cual es mejor para disfrutar de unos días de sol, arena y mar, entre otras cosas. Pues bien, antes de alquilar un coche en Menorca Rent y convertirse en un turista de alguna de las tierras baleares, vamos a introducirnos en cada una de las islas, descubrir sus virtudes y sus vicisitudes, para que la elección, sea más sencilla, ahora que todavía nos queda verano por delante. Aunque el clima mediterráneo acompaña a estas islas durante todo el año.

Quien ya conoce las islas una a una, no es capaz de decantarse por ninguna. Todas tienen su encanto particular y su atractivo. La Comunidad Autónoma de las Islas Baleares esta formada por algo más que estas cinco islas de sobra conocidas, son más de ciento cincuenta entre islas e islotes las que componen este paraíso en medio del mar. De todas ellas, cinco son las principales, reconocidas y con ese carácter propio al que hacíamos referencia. Cuatro de ellas, habitadas y dispuestas a dártelo todo si te decides a visitarlas. Por otro lado, las islas se dividen en tres grupos de las mimas: Pitiusas, regidas por Ibiza y Formentera entre otros islotes como Espalmador o Es Vedrá; las islas Gimnesias, compuestas por Menorca y Mallorca con otros islotes como Dragonera y el Archipiélago de la Cabrera.

Aunque la mayoría de los turistas o viajeros que se adentran en las islas, suelen decantarse por un destino en particular, en una semana, puedes recorrer las tres islas mayores y quedar satisfecho con la experiencia. Si se dispone de más tiempo, mejor aun para adentrarte en ellas mucho más y conocer también Formentera. En cualquier caso, aquí dejamos unos apuntes sobre cada isla en particular, con objeto de que seas tú quien descubra todo lo que ofrecen las Islas Baleares.

Mallorca, capital de las islas, embajada de los turistas

No en vano, se trata de la isla más grande, más poblada y más reconocida. La más diversa en lo que a paisaje respecta, es Mallorca. Tal vez porque en ella, se puede encontrar todo lo que ofrecen las otras islas en particular, en un mismo lugar. Playas de agua cristalina, montañas densas y frondosa en la sierra y pueblos con un particular encanto que hacen las delicias de cualquier viajero. Un aspecto destacable es que Mallorca, es la isla ideal para el turismo familiar.

Entre los lugares indispensables, Palma de Mallorca, la capital, es una ciudad monumental que debe recorrerse de principio a fin. Tras recorrer sus calles con olor a mar, adentrarse en la Sierra de Tramontana, es cruzar la frontera a otro lugar; acantilados, playas salvajes y pueblos salpicados en unos montes que miran al mar.

El Cabo de Formentor, punto indiscutible desde el cual puedes saltar de playa en playa, recorriendo toda la línea de la costa, antes de dar la vuelta y retornar a la capital con la maravilla del espectáculo que ofrece contemplar el sol perdiéndose en el mar.

No hay que olvidar la vida subterránea que acompaña a este magnífico lugar. Su multitud de cuevas, eran el lugar estratégico donde piratas y contrabandistas, se escondían. Indispensable una visita a las cuevas del Drach, entre otras.

Mallorca es ideal para quienes buscan playas de ensueño a la vez que largos paseos por los encantadores pueblos. Para amantes de la montaña y para todos los que buscan algo mas que sol, arena y mar.

Entre todas sus virtudes, cabe destacar alguno mal menor o mayor, según se mire: la privatización de la costa que complica los accesos a la playa y la masificación durante los meses de calor.

La Cabrera, una perla en medio del mar

Diecinueve islotes son los que componen este pequeño archipiélago dentro de otro archipiélago. A diez kilómetros de la costa sur mallorquina, se encuentra la isla que pasa desapercibida cuando pensamos en visitar las Baleares. Algo lógico y normal cuando vemos al lado de quien compite, pero incomprensible de entender, una vez la conoces. La Cabrera se ha convertido en un paraíso de la naturaleza, el Parque Nacional Marítimo Terrestre del Archipiélago de Cabrera , cuya visita no suele excederse de una excursión de pocas horas desde Mallorca.

Dentro del archipiélago, la isla mas grande es la que da nombre al mismo y, por ende, la más conocida: la Cabrera. En ella, rutas de senderismo con unas vistas increíbles, recorriendo playas sin igual, cuya actividad principal es la practica de snorkel para disfrutar del territorio marino mejor conservado del Mediterráneo.

Esta isla de espectacular belleza, quedó deshabitada en el año mil novecientos noventa y uno, momento en el que pasó a formar parte del parque nacional. Aun así, esta permitida la pernocta para poder recorrerla en su totalidad. El único lugar al caso es un pequeño refugio, donde antes hubiera un campamento militar.

Para disfrutar de esta belleza natural, existe un pero que impide el disfrute absoluto: los tours organizados no permiten la exploración tranquila que el lugar merece.

Menorca, las mejores playas del Mediterráneo

Se trata de la segunda isla más grande en extensión, detrás de Mallorca y la tercera más poblada. Mejor para los turistas que encontrarán en ella las playas mas espectaculares del archipiélago y eso, teniendo en cuenta que todas son maravillosas. Las tonalidades celestes que muestra el mar en estas lides, su transparencia e intensidad, son muy difíciles de encontrar en otros lugares. Tanto es así que, algunas de ellas parecen piscinas marítimas donde los barcos, parecen flotar en el mar en lugar de hacerlo en el aire.

Esta isla, destaca sin lugar a dudas, por su calas y playas, mas salvajes en el norte y más idílicas y paradisíacas en el sur. Sin embargo, no todo es mar en Menorca, la isla ofrece otras posibilidades culturales nada desdeñables. Yacimientos arqueológicos que nos remontan a otras épocas como el de la Cultura Talayótica, visitar las ciudades de Mahón (donde elaboran su excelente queso), Ciutadella o ese encantador pueblo llamado Binbéquer Vell, ofrecen un interesante tour cultural en un entorno paradisíaco.

La isla de Menorca, se trata de la isla ideal para poder disfrutar de algunas de las playas más espectaculares del archipiélago, atardeceres de relax y un añadido de tranquilidad, pese al turismo que, se convierte en el destino turístico perfecto para viajar con la pareja o con la familia.

En contra, la masificación generalizada de sus hermanas, llega hasta aquí en la época estival causando el cierre del acceso con vehículos a algunas playas. En cuanto al tema del aparcamiento, durante la temporada alta, se llenan rápido y hay que madrugar mucho para poder encontrar un hueco.

Ibiza, algo más que fiesta y lujo

La que diera nombre a ese archiconocido coche, es la isla que ocupa el segundo lugar en habitantes y la tercera en dimensiones. Más allá de las fiestas y las discotecas, esta isla resulta bellísima a la vista la mires por donde la mires, rebosante de vida y energía, el buen ambiente creado por sus gentes, se acompaña de una gran dosis de maravillosa naturaleza.

Famosa en el mundo entero, más que la sidra El Gaitero, por sus sesiones de música electrónica en las discotecas más conocidas como Pachá Ibiza o Amnesia, esta isla esta, al igual que sus hermanas, copada de playas de agua cristalina bordeadas por esos pueblecitos blancos. Sus paisajes rurales de interior no dejan de sorprender por el contraste que existe entre ellos. Playas espectaculares, atardeceres en lugares increíbles y una inigualable tranquilidad esperando a todo aquel que huya de la fiesta de la costa.

Un aspecto negativo para el turista común, es los precios ostentosamente caros durante los meses de verano y la consiguiente masificación, en este caso, a cargo de fiesteros y fiesteras en busca de diversión.

Formentera, relax lejos del gentío

Podríamos definir a esta isla, la más pequeña y con menor población, como el paraíso turquesa del Mediterráneo. Entre sus tierras, se encuentra la que dicen, es la playa más bonita de todo el conjunto Balear: Ses Illetes. Aparte de esta verdadera maravilla de la naturaleza, la isla, ofrece pequeños pueblos con singular encanto, faros míticos y otras playas espectaculares. Se trata en este caso de una isla diferente, más tranquila y relajada que sus vecinas, sobre todo, en comparación con Ibiza. El lugar perfecto para desconectar sin tener que renunciar a los chiringuitos y un buen baño en el mar.

Como ocurre en Ibiza, es un lugar exageradamente caro, en este caso, debido a la escasez de oferta.

Tras esta breve incursión por las islas, una a una, solo queda decidirse en que momento adentrarse en ellas. Sin duda, la mejor opción es evitar la temporada alta, mayo, junio y finales de septiembre y octubre, son la mejor época para disfrutar con calma, a menos coste y con un clima que acompaña.