Muy poco es lo que solemos conocer de Extremadura en el resto de España. Si bien es verdad que el fantástico teatro romano de Mérida es conocido internacionalmente y está considerado uno de los teatros romanos mejor conservados de España (recordemos el estropicio de Sagunto), el resto de Extremadura suele ser un auténtico espacio desconocido para la gran mayoría de la población. Pues bien, hoy os traigo un fantástico pueblo con un maravilloso entorno tanto para conocer la cultura de antaño como para hacer turismo rural: Medellín.
Medellín pertenece a la provincia de Badajoz y tiene sus orígenes en el Imperio Romano, de ahí que entre sus ruinas hallemos, como no podría ser de otra forma, un teatro romano bien conservado y otros grandes vestigios de aquella época dorada. Sin embargo, también es muy interesante la zona mejor conservada de la Edad Media, pues en ella se mezclan cultura sy arquitecturas dignas de ser vistas.
Qué ver en Medellín
Castillo Medieval: construido a finales del siglo XIV por el Rey Enrique de Castilla tras la destrucción del anterior, hoy en día es uno de los castillos mejor conservados y más monumentales de la zona. Se accede a través de una calzada empedrada y la entrada a su interior tiene un coste de dos euros por persona.
El cuerpo principal tiene forma alargada ya que los diferentes lienzos se ajustan a los desniveles del terreno y está dividido en dos mitades por mediante un muro transversal. A poca distancia del recinto principal hay otra muralla periférica aproximadamente paralela a la anterior que hace las funciones de antemuralla o barbacana. De esta muralla exterior se conservan solamente algunos lienzos pero se puede intuir la forma que tenía por el paralelismo citado. También se puede comprobar la existencia de un sistema de seguridad y defensa de los accesos complicados mediante baluartes y torres en los flancos norte y sur. Juan de Portocarrero fue el promovió la realización de las estructuras defensivas de la puerta meridional.7
Por lo que respecta al cuerpo principal de la fortaleza, destacan las dos altas torres que hay en el centro de los flancos norte y sur. Estas dos torres están comunicadas mediante conductos y escaleras, no solo entre sí, sino entre las diferentes plantas de cada torre y con los adarves de los muros laterales y la «muralla diafragma». Este diafragma divide en dos la parte principal del castillo y permite una mejor circulación de los defensores y una mayor facilidad defensiva. La tipología de la fortaleza se corresponde con la de finales del siglo XV ya que tiene dos pequeñas torres semicilíndricas, una a cada lado, que reposan sobre ménsulas.7
Su interior conserva los restos de una alberca de planta rectangular de origen anterior a la reconquista cristiana (El baño del moro).
Teatro Romano
Justo al lado del castillo podemos ver las ruinas romanas del pueblo donde destaca el teatro romano, en la ladera sur del Cerro del Castillo. Lo más interesante de este teatro es que fue descubierto hace pocos años, de hecho, las excavaciones más importantes para sacarlo a la luz y su posterior trabajo de restauración tuvieron lugar allá por 2007.
Los restos encontrados son realmente magníficos. Parece mentira que hasta hace bien poco en ese lugar sólo viéramos una parte más de la falda del cerro sobre el que se asienta el castillo, sin que nada delatara la presencia de este majestuoso lugar escondido durante siglos.
Puente de Los Austrias
El Puente de los Austrias fue construido para cruzas el río Guadiana allá por el S.XVII, aunque fueron los romanos los primeros en llevar a cabo la construcción previa a la que vemos ahora. Su longitud se estima en unos 400 metros, con un total de 28 arcos de entre 10 y 12 de luz y sólidos estribos, siendo toda su fábrica de sillares regulares. La obra quedó destruida durante la etapa medieval, aprovechándose sus materiales para el levantado en su sustitución. Parte de sus cimientos originales son apreciables todavía junto al actual, sobre la orilla izquierda del Guadiana.
Las vistas que podemos ver del puente desde una distancia prudencial son maravillosas. Merece la pena detenerse un poco y admirar el entorno tranquilamente. Uno de los hostales más conocidos de la zona, Hostal Río, tiene unas vistas magníficas desde la mayoría de sus habitaciones. Desde la que me alojé yo se podía ver EL Puente de los Austrias perfectamente y en las noches más iluminadas parecía un paisaje mágico.
Además, no podemos olvidar que los amantes de la naturaleza tienen unos alrededores fantásticos para practicar deportes de aventura, senderismo y mucho más. No podéis perderos esta fantástica ciudad que, además, se encuentra a pocas horas del conocido Teatro de Mérida, el cual podéis visitar tanto a la ida como a la vuelta a casa.