Como buen amante de la naturaleza me encanta salir a contemplar los pájaros. Sin embargo no soy de ese tipo de personas que piensan que el hábitat natural de un ave es el cielo. Está claro, como así se ha demostrado, que algunos pájaros han nacido para ser domésticos. Como lo son los perros, los gatos o los conejos. Nadie se escandaliza cuando comprueba que un galgo vive un piso de Barcelona, ¿no? Pues yo tampoco cuando hablo de mis pájaros domésticos. Claro que siempre hay golfos, que lo emplean más, pero por suerte, siempre acaban pillados por la Policía.
Mi experiencia en estas lides me ha permitido saber un poco del tema, y los estudios dicen que un ave, con los cuidados necesarios, puede ser más feliz incluso en jaulas para pájaros que fuera de ella.
Uno de mis favoritos es el verderón europeo o verderón común. Estamos ante un pájaro de pequeño tamaño muy común como mascota. Es una especie europea y puede verse en la Península Ibérica a menudo, sobre todo en otoño que es cuando suelen migrar a nuestro país. Es característico por su color, entre verde oliva y amarillo. Lo que diferencia a las hembras y los machos es que estos tienen los colores mucho más vívidos. Su pico es corto y en forma de cono. Es una buena opción para principiantes, pues no necesita muchos cuidados. Tampoco necesita una gran jaula, pero sí es conveniente que le dejes salir a volar libremente por alguna habitación para que no se le atrofie el cuerpo y las alas. Por eso lo mejor sea que adquieras unos voladeros para pájaros.
Pero sin duda, los pájaros que más llaman mi atención son los agapornis. Personajes encantadores que siempre están en pareja. Por eso son también conocidos como los inseparables o pájaros del amor. Existen jaulas para agapornis específicas, ya que hay que tener en cuenta que no pueden vivir el uno sin el otro. Por eso suelen ser más grandes de lo normal. Pero eso sí, no les gusta convivir con otras especies, sino ellos dos solos como una parejita feliz. Así son ellos, lo más parecido a los amantes de Teruel.
Por último os recomiendo el Rosella, también llamado entre los aficionados el periquito común. Tiene un curioso plumaje con unos colores muy llamativos y que te parecerá estar viendo un arcoíris. Otra de sus características es que emite unos sonidos muy melodiosos e incluso, con mucho esfuerzo y repetición, pueden llegar a decir alguna palabra, aunque ya te aviso de que es bastante complicado.
Su jaula debe ser espaciosa y si es posible, colócala cerca de una ventana o en el exterior. Por lo que no es muy descabellado pensar en adquirir pajareras de jardín si tienes el sitio adecuado. Dentro de la jaula basta con que tengas su comedero con semillas, un bebedero con agua fresca y un recipiente para que pueda bañarse, ya que son unas aves muy limpias. También es recomendable tener algún juguete para que se entretenga. Son aves que gozan de muy buena salud, si tienen los cuidados necesarios.
Como puedes comprobar, estamos ante unas aves domésticas que disfrutarán estando en sus jaulas. Ahora bien, no te olvides de los cuidados, que son esenciales para que puedan estar felices.