¿Quién no quiere tener las mejores y más bonitas fotos como recuerdo de su boda? A todos nos hace ilusión guardar el recuerdo de ese día. Aunque, mejor dicho, también de esa ocasión. Pues bien, para ello hay que escoger un buen fotógrafo. Nosotros os recomendamos siempre a los profesionales de Lovely Photo. Pero os vamos a dar un truco para hacer de las vuestras las mejores imágenes.
Y es, como os decíamos, quizás la clave no esté tanto en tener un recuerdo de ese día sino de la ocasión. Nos explicamos, durante el día de la boda podemos hacer fotografías, pedir a nuestros amigos que nos compartan las que ellos han hecho como invitados y, cómo no, dejarlo todo en manos de un verdadero profesional. Pero no tiene sentido hacer el reportaje de los novios en esa misma jornada. Eso está pasado de moda. Además, los invitados al convite nos lo agradecerán, ya que la tradición, para que el novio no vea vestida a la novia antes del enlace, es hacerlas entre la boda y el banquete, teniendo a los invitados esperando un montón de tiempo y, si no hay un pequeño menú con entrantes, pasando hambre hasta que lleguen los protagonistas. O peor, les podemos hacer esperar tanto mientras comen canapés que después ya no les quepan en los estómagos nada de los platos principales.
Pues bien, si nos dejamos las fotos de la boda, el reportaje de los novios en concreto para otros días, podemos conseguir incluso unas instantáneas más hermosas, sin prisas. El fotógrafo puede tomarse todo el tiempo del mundo hasta que queden bien y además las podemos hacer en los lugares que queramos, estén o no lejos. De hecho, hace poco vimos a unos novios buscar la originalidad descolgándose de un puente a 600 metros de altura… Tampoco hace falta llegar a eso. Pero no nos cuesta nada vestirnos otro día (o los que sean necesarios) para hacer entonces con calma ese reportaje y poder acudir a los lugares más curiosos y hermosos.
Y cuáles son estos lugares
En función de los gustos de cada una de las parejas, o incluso de cada uno de los novios, se pueden elegir ya con tiempo muchos lugares especiales para tomar las instantáneas del álbum de la boda.
Antes, las parejas solían hacer este tipo de imágenes en las propias iglesias o juzgados donde se celebraban los enlaces, o incluso en algún parque bien cuidado de la localidad. Ahora ya no hay que ceñirse a lo tradicional. Algunos disfrutan mucho metiéndose en el medio del barullo de la gente si viven en grandes ciudades. Madrid y su mítica Gran Vía pueden ser un bonito ejemplo este tipo de fotos.
Para aquellos que son amantes de la naturaleza, el campo tiene lugares preciosos entre los que escoger. Estoy pensando por ejemplo en el Cañón del río Sil, entre Lugo y Ourense, los Lagos de Convadonga, los prados verdes y las montañas de los Pirineos, la nieve de Sierra Nevada para los más románticos, los acantilados de Cee para las fotos más espectaculares, etc.
Pero España es también un país donde podemos encontrar hermosas edificaciones que hagan de nuestro álbum de fotos de boda casi el de los protagonistas de un cuento. Y es que en nuestro país tenemos un montón de castillos preciosos. Así, a vuela pluma, podemos contar con el de Verín o con el de Ponferrada. Y más aún, si queremos sentirnos como unos príncipes también podemos ir a los diferentes palacios, desde La Granja de San Ildefonso hasta Aranjuez.
¿Y el mar? Tampoco puede faltar entre las más bonitas opciones para fotografiarse. Las costas de España, de diferente paisaje en función de dónde estemos, pueden ser el marco ideal para unos novios enamorados.
Y eso es lo que no debe faltar, el amor. Porque de paisajes hermosos está sobrada España y buenos fotógrafos y tiempo para tomar las imágenes también los podemos conseguir si cambiamos un poco el chip y empezamos a dejar el reportaje para otro día.