Yo soy de esas personas a las que no le gusta renunciar a nada y cuando, hace varios meses ya, empezamos a programar y organizar el Camino de Santiago (que hicimos el pasado septiembre) dejé muy claro cuáles eran mis condiciones: no acampar nunca al aire libre (mínimo una tienda de campaña o nada), buena comida todos los días (no quiero ninguna lipotimia ni llevar mi mochila con 20 kilos de más por la comida y la bebida) y dormir en un hotel de lujo al menos una noche cuando lleguemos a Santiago (nos lo mereceremos).
Hay muchas personas que salen desde el punto donde van a iniciar la ruta elegida para el Camino de Santiago sin un horario determinado, sin un planning más o menos elaborado que les asegure una serie de necesidades básicas y a mí me parece genial que se lancen así, a la aventura, pero no es mi caso. Yo quiero saber que cuando caiga la noche tendré un sitio calentito en el que dormir y una buena cena que llevarme a la boca, por eso organizamos cada parada y en lugar de seleccionar los típicos albergues para dormir (en los que no permiten realizar reservas) pues preferimos reservar alojamiento en campings, casitas rurales y hostales.
El camino de Santiago es, en realidad, una forma de recordar al aposto Santiago. Santiago el Mayor fue uno de los principales apóstoles de Jesucristo y el primero de ellos en morir martirizado. La tradición cristiana indica que su cadáver fue trasladado a Hispania y depositado en una tumba situada en Gallaecia. Esta fue descubierta sobre el año 820 entre los restos de un asentamiento romano abandonado y sobre ella se construyó un templo que fue ampliado en los siglos siguientes hasta convertirse en la actual catedral
El culto al apóstol se extendió pronto entre los cristianos peninsulares y fue proclamado por Alfonso II como patrón del reino de Asturias, consideración que mantuvo en las entidades políticas que le sucedieron. Igualmente, surgió la costumbre entre sus ejércitos de invocar su nombre antes de entrar en batalla.
La primera ruta que siguieron los peregrinos fue la que partía de Oviedo, la capital de Asturias y que, a través de la montaña, llegaba a Lugo y continuaba hasta el Locus Sancti Iacobi. Con la expansión de los reinos cristianos hacia el sur, quedó bajo su control la antigua ruta romana que unía Burdeos con Astorga a través de Pamplona, Burgos y León. Esta fue la base sobre la que se desarrolló el trazado clásico del Camino de Santiago tras realizarse algunos cambios en su recorrido, principalmente para hacerlo pasar por zonas más pobladas.
Mi experiencia en el camino
Pasamos 16 días en el camino y cinco de ellas dormimos en casitas rurales, 7 en hostales, 4 en campings y los dos últimos en un hotel de lujo en Santiago de Compostela que era una auténtica pasada. Tal vez, si tuviera que elegir, diría que donde más a gusto estuve fue en Pazo Cibrán, tanto por elentorno como por los servicios del pazo en sí. Una auténtica maravilla que no deberíamos desperdiciar.
Con respecto a la comida, otra de mis exigencias para el camino, tuvimos una gran idea. Contratamos los servicios de Catering Camino de Santiago, una empresa de catering que te lleva el desayuno, la comida y la cena allá donde estuvieres. Normalmente las comidas las hacíamos frías, de bocadillos, frita y bebidas refrescantes, para aguantar bien el camino, y las cenas nos las servían en los hostales o donde fuéramos a alojarnos esa noche: platos calientes, deliciosos, que mi estómago agradecía siempre.
Fueron 16 días maravillosos que recomiendo a todo el mundo. Eso sí, no seáis brutos y os penséis que es fácil, porque no lo es. Nosotros hacíamos una media de 15 o 20 kilómetros diarios y eso, no estás acostumbrado a caminar, es demasiado. Puede que el primer día aguantes el tirón, incluso el segundo, pero al tercer día, si no has entrenado un poco antes, estarás tan molido o molida que apenas podrás moverte y mucho menos caminar otros 20 kilómetros con la mochila a cuestas. Y un consejo: si optáis por realizar paradas de un día o día y medio para descansar de vez en cuando no os acomodéis demasiado o emprender la marcha de nuevo será mucho peor.