Ideas que hacen la diferencia en campings

Nunca se está de más añadir algo nuevo a tu negocio para ser único y diferente ¿no? Pues bien, yo voy a lanzar una idea para, como no puede ser de otra manera, nuestros campings españoles: casetas de madera económicas para los niños. En Hortum no sólo encontraréis nuevas mesas de picnic para renovar vuestra zona de ocio al aire libre sino que también hallaréis ejemplos de aquello de lo que os hablo.

Viajo mucho pro los campings españoles y europeos, porque me gusta y porque es mucho más económico, sobre todo cuando viajas con niños, y esta última vez me he dado cuenta de que ellos, los pequeños de la casa, viven las acampadas como auténticas aventuras y con un poquito de magia podríamos hacer esos viajes mucho más inolvidables para los enanitos de la familia. Mientras que los adultos disfrutábamos de una buena conversación en el porche de la casita de madera que habíamos alquilado en esta ocasión con el fin de disfrutar de la naturaleza, conocer una nueva ciudad y descansar un poquito, los más pequeños se encontraban dentro de la casa jugando a que ese era su nuevo hogar, Colocaban y recolocaban todo ordenando hasta el último detalle a su gusto e incluso nos pidieron dormir ellos solos todos juntos en la habitación grande de literas porque, según ellos “ya son mayores”.

Obviamente eso no podía ser porque no íbamos a estar muy cómodos los adultos repartidos por el resto de la casa en una habitación de matrimonio y un sofá cama en el salón-comedor pero mi hija, la pequeña, me preguntó que por qué no hacían casitas de madera más pequeñas al lado de las grandes para que los niños también pudieran hacer su propia acampada en cabañitas. Yo me reí, claro está, pero luego, después de pensarlo un poco, me di cuenta de que no era tan mala idea. Dentro de la misma parcela dos casitas, una grande, la típica que alquilamos cuando queremos más comodidades de las que podemos tener en la tienda de campaña, y otra chiquitina al lado, donde los niños puedan crear sus aventuras.

Yo, personalmente, me imagino la típica casita en el árbol, como hacen los estadounidenses, o esas mini casitas de madera con colores vivos que imitan a las casas reales y donde los pequeños crean sus sueños. Luego ya el hecho de dejarles una noche o dos dormir solos bajo las estrellas es cosa de la familia pero bueno, al menos ellos tendrían su espacio y se creerían aún más los dueños del viaje, los jefes del campamento.

SI encontrara algo así en algún lugar en el que no haya estado todavía, porque tampoco es plan de ir repitiendo, no me lo pensaría dos veces, lo cogería de inmediato porque creo que es un buen punto para ir con niños, para que vivan lo mismo que los adultos aunque lo hagan a su manera y tampoco es algo que deba implicar un gran desembolso de dinero para los gastos del camping en sí porque se puede empezar por unas pocas e ir viendo la acogida que tienen ¿no?