La salud dental es sinónimo de salud en general

Pocas recompensas más agradables y silenciosas que mirar una fotografía y ver que nuestra sonrisa es perfecta. ¿Verdad? Saber que nuestros dientes están perfectamente sanos y lucen perfectos en las fotografías, y por lo tanto en la realidad, es una delicia. Hace unos años, me sometí a este tratamiento de blanqueamiento dental en Barcelona, cuando llegué a vivir allí. Quería que el cambio no fuese solo de ciudad y de vivienda, quería algo más, un cambio personal, así que empecé por mi imagen. En seguida, noté el resultado, mis dientes eran mucho más agradables de mirar, me encantaban. De hecho, los primeros días no dejaba de pasar la lengua por encima, para deleitarme con una suavidad que nunca antes había disfrutado.

Sin embargo, fue el otro día, ya pasados unos años, cuando me di cuenta y tome conciencia del todo, del cambio que había supuesto la operación en mi belleza. Estaba mirando unas fotografías de una excursión y acampada que hicimos en la sierra de Madrid. En una de ellas salíamos un amigo y yo sonrientes, cerca de la Laguna Verde de La Pedriza, en la sierra de Guadarrama. Estaba viendo las fotos porque recientemente, la semana anterior, habíamos realizado otra acampada en la sierra, como recordatorio de aquella. Y del paso del tiempo, pues ya habían pasado cinco años de ese momento. La comparación entre dos fotografías similares no dejaba duda. El campo seguía siendo igual, el entorno idílico, perfecto, las charcas portaban casi el mismo nivel de agua; sin embargo, mi dentadura blanca de ahora, en comparación con el aspecto de mi boca años atrás, me hacían parecer otra persona, algo que se acrecentaba con el evidente efecto que habían hecho los años en mi físico, ya mucho menos controlable Y atlético que entonces. No obstante, pese a haber ganado algunos kilos de peso y haber perdido algo de pelo, en la foto actual me veía mucho mejor que en la antigua. Y no cabía duda, el efecto era provocado por la salud dental que desprendía la segunda fotografía y que hacía irradiar algo de luz en mi cara.

Esa misma tarde investigué sobre los efectos que puede tener una dentadura sana y perfecta para la belleza y la percepción de nosotros mismos que tengamos. Y mi sorpresa fue que no solo sobre la belleza y el amor propio, sino que la salud dental también incide en el aspecto físico de las personas. Navegando por la red, después de guardar las fotos, llegué a la página web de una asociación de dentistas en Barcelona. Allí descubrí, tras leer varios textos sobre el tema, que una salud dental adecuada y correcta puede llegar a favorecer, entre otras cosas, que el nivel físico, la salud anatómica y la forma para el ejercicio sean mejores. Incluso que un cuidado buco dental adecuado puede suponer un aumento de la resistencia a las lesiones y de la actividad física. Además del humor, algo primordial a la hora de relacionarse o activarnos para llevar a cabo tareas, ya diarias y dentro de una cotidianeidad, o excepcionales, como salir.

Salud Dental

Como mi grupo de amigos es muy adicto a las salidas a la naturaleza, ya sean para hacer rutas de senderismo, barranquismo o cualquier otra actividad física al aire libre, no dudé en enviar y compartir algunos artículos en mi círculo más íntimo a través de las redes sociales. Durante días se instauró la conversación, por tramos, y algunos compañeros de ruta y actividades fueron completando mi artículo con otros sobre el tema. Una de ellas, de hecho, aprovechó para buscar una clínica en la que pudiese colocarse un implante dental, algo que llevaba tiempo en espera de hacer algún día. La sugestión y la posibilidad de mejorar tanto su rendimiento como su humor, así como la eliminación, por fin, de la molestia provocada por la dolencia dental, la llevaron a solucionar su problema por la vía rápida.

La salud dental, aunque normalmente se toma como algo menor dentro de la salud corporal general, no lo es. Para nada. La influencia del estado de nuestra boca en el del resto del cuerpo es digna de estudio. Cuidar de la primera es hacerlo del segundo.