Decía mi abuela, sabia ella, que cuando menos te lo esperas “salta la liebre”. Y qué razón llevaba. Pues yo nunca pensaba que una acampanada con mis hijos con el grupo de baloncesto del colegio iba a cambiar tanto mi vida. Durante una de las excursiones conocí a una madre que trabajaba en Dibody, una empresa de venta de aparatos de estética, precisamente el sector donde yo trabajo.
Aunque al principio parecía una simple conversación yo me quedé bastante con la copla. Y la pedí su número de teléfono para que me hablara sobre todo de las maquinas fotodepilación pues recordaba que mi jefe, unos días antes de esta acampada, me había comentado que quería cambiar porque no estaba muy contento con las que tenía. Bueno ni él, ni los clientes, pues dos mujeres ya habían protestado porque no les gustaba como quedaba.
Y me habló de la depiladora de luz pulsada IPL, que tiene los principales certificados de calidad europeos de aplicación médica. Me gustó mucho lo que me contó incorpora tres manípulos gracias a los que puede desarrollar eficazmente tanto tratamientos de fotodepilación como tratamientos antiaging basados en la aplicación de radiofrecuencia facial y radiofrecuencia corporal. Es la máxima seguridad para la fotodepilación en temporada primavera – otoño. Ya que es la mejor época para comenzar un tratamiento.
Pero sobre todo ofreciendo máxima seguridad, ya que la radiofrecuencia de DiLight RF+ calienta los tejidos durante el tratamiento de fotodepilación y como consecuencia, parte residual de ese calor llega al folículo piloso que se desea destruir con la luz pulsada. Así, la cantidad de energía requerida para destruir el folículo es mucho menor, aumentando la seguridad del tratamiento de fotodepilación puesto que se requiere de potencias menores para alcanzar resultados eficaces, pues la radiofrecuencia no necesita de cromóforos para ser absorbida por lo que puede incluso actuar sobre células pilosas de vellos con pigmentación casi inexistente, consiguiendo mejorar significativamente los resultados en la fotodepilación de vellos claros.
Cuando llegue a Madrid y se lo comenté a mi jefe se quedó impresionado. No dudó en llamar a Dibody para hacerse con una máquina de este tipo. Se dio cuenta que estaba tratando con profesionales pues trabajan desde 2009, y sus equipos se encuentran presentes en España, Italia y Portugal, dando servicio día tras día a cientos de profesionales que ya confían en ellos. En esa lista ya aparece la empresa de mi jefe.
Acabó tan contento que conseguí un aumento, ahora mismo soy su mano derecha, y en vez de estar en recepción como estaba antes, ahora mismo me he convertido en relaciones públicas y comercial de la marca. Es decir, que me dedicó a buscar estas posibles máquinas para mejorar la calidad de la empresa. De ahí que os diga que nunca pensaba que una acampada con mis hijos iba a cambiar tanto mi vida. Por supuesto que tuve un detalle con esta madre que me dio a conocer este mundillo, una invitación a una casa rural con su marido.