De chicas rurales a detectives privados

Hacer una escapada a cualquier parte puede ser toda una aventura pero aún lo es más cuando vas de detective y contratas además esta investigación interna para sacar trapos sucios.

No os penséis que me he vuelto loca, no. Os explico: mi hermana tiene una pequeña empresa de publicidad en Internet y una de sus trabajadoras, que apenas llevaba con ella un par de meses, cogió una baja por depresión hace ya más de cinco meses. Está claro que todos nos olimos el tufo desde el primer día pero como la baja se la da, obviamente, un médico supuestamente cualificado pues no te queda otra que aguantar.

Hace un par de semanas llamó a la empresa para explicar que como seguía muy mal se iba a ir a vivir a casa de su madre hasta que le dieran el alta. Pues bien, mi hermana tiene la empresa el Almería porque su marido es de allí y la chica esta se quería ir a descansar ¿a Cuenca?

Al final, animada por todos nosotros, contrato los servicios de Castellana Detectives para llevar a cabo una investigación interna y pillarla infraganti pero, no contestas con eso, este pasado puente nos hemos ido las dos a una casita rural a Cuenca a hacer nuestra propia labor detectivesca.

Hacíamos 12 kilómetros desde la casita rural hasta la casa de la madre  y aparcábamos el coche para verla entrar o salir. La vimos varias veces con amistades o familiares, riendo y demás. El problema es que no puedes alegar nada de eso para demostrar que miente porque los médicos aconsejan a los pacientes afectados de depresión salir, airearse y pasarlo bien.

El caso es que es verdaderamente complicado todo este lío. El domingo, cuando estábamos a punto de salir a ver La Ciudad Encantada nos llamó el detective que tenía mi  hermana contratado y nos dijo que había descubierto una relación entre el médico que le hacía las bajas y la empleada en cuestión. Resulta que ese tipo es el marido de una amiga suya de la infancia. Pero de nuevo problemas, porque sigues sin poder demostrar que ese hombre miente y le regala las bajas a la chica como quien regala caramelos así que estamos un poco pilladas y atadas de manos y brazos (yo ya me incluyo en el ajo).

Con todo esto no estoy diciendo que todas las personas que cojan bajas por depresión estén mintiendo ni mucho menos. De hecho, me parece que es una baja que tiene encima un estigma y es que la gente que las coge son catalogadas de cara duras cuando, es muy probable, que esas personas lo estén pasando realmente mal y estén medicadas hasta arriba, pero claro, la sociedad piensa en que es una baja sin dolores físicos en la que tu médico te receta ocio y diversión y se creen esto ya es la “super party” y no es así. Pero cuando te encuentras con trabajadores como la empleada de mi hermana tienes que buscar la manera de desenmascararla porque aunque su sueldo lo esté pagando la seguridad social ya  mi hermana, en principio, le dé igual, no es lógico y es una estafa en toda regla así que, el deber del empresario es poner los platos sobre la mesa.