Los robos en los campings están a la orden del día. Es muy sencillo que alguien de fuera venga, abra nuestra tienda y nos robe lo que le dé la gana. Desde ropa y zapatillas hasta dinero o productos típicos de la acampada que luego pueden revender como un camping gas o una cocina portátil y rara es la empresa que se hace cargo de estos robos.
A veces presuponemos que por estar dentro de un recinto cerrado tenemos cierta seguridad pero la verdad es que el Camping en cuestión no puede hacerse responsable de que otro huésped acceda a tu parcela y te robe ciertos objetos, o que alguien de fuera consiga entrar a recinto del camping y se lleve lo que le da la gana, por mucha seguridad que haya. Por eso es necesario que nosotros, los campistas, nos hagamos responsables de nuestros propios objetos.
Está claro que entre un camping con seguridad y uno sin ella optaremos por el que tiene un vigilante las 24horas del día, y que entre un camping donde no se han registrado robos y uno donde sí se han registrado optaremos por el primero, es lógico, pero eso no significa que ellos, por muy responsables que pretendan ser, tengan culpa alguna. Por ejemplo, ¿es responsable el dueño de una carnicería de que entre un ladrón cuando tiene el comercio lleno de gente y le robe la cartera a tres de sus clientes? Obviamente no.
Por un lado lo normal es que el empresario busque soluciones para proteger a sus clientes o, de lo contrario, acabará perdiéndolos, pero eso es una cosa y otra muy diferente es hacerle responsable a él. El mes pasado denunciaron una oleada de robos en el camping “Las Dunas”, en Cádiz, y a día de hoy la empresa ya ha notado el declive de su negocio al ver reducidos sus ingresos notablemente porque sus clientes potenciales prefieren acudir a otros campings antes que al suyo. Es normal, yo también iría a otro lugar para prevenir pero la realidad es que no nos damos cuenta de que al igual que “los amigos de lo ajenos” han decidido robar en ese camping pueden cambiar de idea mañana e ir a robar a cualquier otro lugar, incluida nuestra propia vivienda.
El robo ocurre cuando menos te lo esperas
De hecho, los robos en viviendas mientras estamos de vacaciones son de lo más común. Los ladrones se esperan a no ser movimiento en la casa durante varios días antes de entrar forzando cerraduras o rompiendo ventanas y llevarse todo lo que se encuentran por el camino y ante un problema de esas características sólo podemos denunciar y acudir a un experto como este abogado especialista en casos de robo con el fin de que nos asesoren y nos ayuden a recuperar lo que es nuestro o, al menos, a subsanar la pérdida material con el valor de aquello que se nos ha sustraído. Pero poco más podemos hacer, esa es la realidad.
Por eso quiero lanzar una opinión en favor de todos esos campings que sufren la acción de estos delincuentes y es que hay que reconocer que para ellos es más sencillo pegar un tirón del bolso de una anciana que entrar a robar a un establecimiento, igual que es más fácil acceder a una tienda de campaña vacía que a una vivienda. Por eso debemos comprender que no es culpa de los campings, al menos en la mayoría de los casos, y por eso debemos ser nosotros, los usuarios, quienes pongamos todo de nuestra parte para evitar que algo así vuelva a suceder.